La mayoría de nosotros estamos de acuerdo en que debemos leer la Biblia en contexto, pero, ¿hasta dónde contextualizamos? ¿Será suficiente simplemente leer el versículo que le antecede y el que le sigue al que estamos citando? O, ¿deberíamos estar familiarizados con el párrafo que va delante y con el que va después? O, ¿deberíamos estar familiarizados con todo el libro de la Biblia en el cual toma lugar el pasaje? Aunque en la práctica la respuesta a esta pregunta depende hasta cierto punto de la parte de la Biblia que estemos estudiando (el contexto es menos extenso en Proverbios que en Génesis, o que en 2 Corintios), como regla general debemos pensar en cada pasaje teniendo en cuenta su contexto inmediato y a la vez el contexto del libro de la Biblia en que se encuentre.

Muchos eruditos bíblicos han hablado sabiamente acerca de varios niveles de contexto para cualquier texto. En primer lugar, la mayoría de los textos tienen un contexto inmediato dentro del párrafo en que se encuentran o en los párrafos que los rodean.

En segundo lugar, podemos tener en cuenta el contexto de todo el libro en el que se encuentra el pasaje, que es la unidad del texto como un todo, respecto a la cual podemos estar seguros de que los primeros escritores esperaban que los primeros lectores tuviesen delante de ellos.

Leave a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.